La piel y el pelo de los perros y gatos no son como los de los humanos. Necesitan cuidados y productos diferentes.
Hay cosas, como el baño y cepillado, que usted puede hacer por su mascota. Sin embargo, es preferible que un profesional atienda
las necesidades de limpieza y acicalamiento del animalito, pues tiene los estudios y la experiencia necesarios.
Algunos consejos para cuidar de la apariencia y salud de su amigo.
Utilice única y exclusivamente instrumentos y productos hechos especialmente para animales.
Cepillado del pelo: debe empezarse cuando el animalito es pequeño, para que se acostumbre. Se debe cepillar a perros y gatos
dos veces por semana para eliminar pelo muerto y evitar los nudos.
Se debe cepillar a los perros de razas como poodle, maltés, yorkie o shit-zu una vez por semana si se hace conciezudamente.
Si encuentra nudos, cepíllelos inmediatamente antes del baño, pues después el nudo es imposible de deshacer. Algunos perros
tienen doble capa de pelo, como los pastor alemán, huskies y golden retrievers y en el verano botan más pelo de lo usual.
Esto es normal. No le corte ni rasure el pelo. Use un cepillo especial para este fin, con ello se soluciona el problema.
Corte de pelo: a algunas razas de perros no debe cortarles nunca el pelo, como los del párrafo anterior, pues este se arruina,
la piel se reseca y les da comezón. A los perros que se les puede cortar el pelo —poodles, cocker spaniels, yorkies,
malteses, schnauzers— no se les debe cortar demasiado. Ellos también pueden sufrir quemaduras por exposición al sol.
No olvide que el pelo sirve para regular y protegerlos de la temperatura, del frío y del calor.
No se debe cortar el pelo a los gatos.
Baño. Bañe a su perro solamente una vez al mes para ayudar a que la piel y el pelo se mantengan sanos. Use el champú adecuado
para el tipo de piel y pelo de su mascota. No use champú pulguicida si su perro no tiene pulgas, pues reseca mucho la piel.
Nunca use champú para humanos ni siquiera para bebés, pues incluso éste es demasiado fuerte para la piel de un perro o un
gato.
Si su perro es blanco o acostumbra darse baños de lodo, puede bañarlo cada dos semanas, pero use champú y acondicionador para
piel delicada.
Los gatos usualmente no necesitan baño, pero algunas veces requieren una "ayudita". Use el champú formulado especialmente
para ellos.
Orejas. Revise las orejas de su mascota cada semana. Si se ven sucias, límpielas con un instrumento especial para ese propósito.
Si huelen mal, se ven rojas o irritadas, llévela al veterinario. Si sacude excesivamente la cabeza, es casi seguro que tiene
ácaros, lleve al animal a la clínica. Si le crece pelo dentro de las orejas, pida a su estilista que se lo quite, para evitar
infecciones.
Ojos. Asegúrese de que estén limpios y libres de legañas. Utilice un algodón empapado en un producto especial para ese fin.
Dientes. Cepille los dientes de su mascota tres veces a la semana con cepillo y pasta especial. No es recomendable darle comida
húmeda ni para humanos, pues esos tipos de alimento no ayudan a mantener la higiene bucal de su amigo. Existen bocadillos
y juguetes especiales para ayudar a mantener los dientes limpios.
Si la base de los dientes se ve amarilla o café, lleve a su mascota al veterinario para que le haga una limpieza profesional
bajo anestesia, pues es un procedimiento doloroso.
Uñas. Asegúrese de que las uñas de su perro no toquen el suelo. Las uñas demasiado largas puede deformar los dedos y extremidades.
Es preferible que el corte de uñas lo haga un profesional, pues si no se hace bien, puede causar sangramiento innecesario.
La mejor forma de mantener las uñas de un largo adecuado es sacar a caminar a su perro todos los días por unos 45 minutos.
